Es una filosofía audaz de liderazgo. “Piensa en grande, comienza en pequeño, construye en profundidad” es un lema convincente que surge a menudo en nuestro tiempo de control de calidad. Para nosotros es un recordatorio para dejar de comparar. Y permanecer fieles y valientes a nuestro llamado específico de Dios. Cultiva un liderazgo mentor comprometido con el desarrollo de líderes que construyen para perdurar.
“Piensa en grande, empieza en pequeño, construye en profundidad” nos desafía, primero, a perseguir con valentía visionaria los sueños que hemos recibido de Dios. Sin embargo, es necesaria una seguridad interior para no pasar por alto las pequeñas cosas. Esta es una tensión importante que hay que equilibrar. Somos criaturas de extremos. Tenemos tendencia a gravitar hacia uno e ignorar al otro. ¡Es una cuestión de ambas cosas, no de una o de la otra!
Por último, destaca la necesidad de la sabiduría divina, en el ejercicio de un liderazgo sabio, para construir profundamente. Por eso, “pensar en grande, empezar en pequeño, construir en profundidad” es decididamente provocador en su amplio alcance.
El coraje de pensar en grande
Primero, nos llama a soñar con valentía GRANDES sueños EN Dios. Hay una diferencia entre soñar grandes sueños PARA Dios y soñar grandes sueños EN Dios. Lo primero puede ser una mera presunción; El segundo tiene su raíz en el santo llamado y en las promesas divinas.
Nuestra visión de Dios determina nuestro trabajo para Él.
Nuestro Dios es un Dios de lo imposible. ¿Hay algo demasiado difícil para Él? Por su palabra fueron creados los cielos y la tierra. Nuestro Dios es un Dios maravilloso. Sin embargo, caminamos de puntillas alrededor del trono de Dios y pedimos cosas triviales.
Si Dios es demasiado pequeño a nuestros ojos, nuestro trabajo será minúsculo. Pero si Él es más grande que el universo, ¿hay algo demasiado difícil para Él? Atrevámonos a hacer algo tan grande que si Dios no está presente estemos condenados al fracaso.
Extracto de Paradigmas de mentoría por Edmund Chan